El número de compradores de propiedades británicos aumenta en la costa del sol

La mayoría de las noticias – y de hecho la motivación – que rodean a Brexit ha sido sobre el Reino Unido separándose de Europa y rechazando cualquier sentido de identidad compartida que tenga con el continente. Impulsado por un resurgimiento del chauvinismo anticuado, el país parece querer volver a una identidad británica más cerrada. Pero en la Gran Bretaña del siglo XXI, multicultural y multirracial, en la que más de una cuarta parte de la población no es étnicamente británica, este parece un camino contradictorio y confuso a elegir.

Cualesquiera que sean los impulsores y el resultado final de Brexit, desde el referéndum de 2016 que puso al Reino Unido en este camino de divorcio de Europa, las noticias han sido en su mayoría negativas y han amortiguado la interacción económica entre Gran Bretaña y la Europa continental. Un gran número de puestos de trabajo, especialmente en el sector financiero, ya han abandonado el Reino Unido y se han trasladado a Frankfurt, París, Ámsterdam y Dublín, lo que ha provocado la pérdida de puestos de trabajo en Londres y Edimburgo.

Muchas decisiones de inversión que implican al Reino Unido y a Europa han quedado suspendidos indefinidamente, y los compradores de propiedades británicos en España – que una vez fue el mayor mercado con diferencia – han disminuido por debajo del 15% a medida que la incertidumbre que rodea a la saga de Brexit se prolonga. Muchos expatriados británicos especialmente mayores en España han decidido vender y volver, y durante varios años después del referéndum, el número de británicos residentes en el país está cayendo constantemente.

Ahora, sin embargo, ha habido un aumento en el número de personas y a medida que se avecina Brexit, muchos de los que desean mantener la opción de permanecer en España se han inscrito en el padrón (el registro municipal) y han obtenido la residencia oficial para asegurar sus derechos bajo la ley española. Pero también ha habido un marcado aumento en el número de personas que dejan el Reino Unido para ir a Europa, y esto se aplica a países que van desde Irlanda, Alemania y Francia hasta Portugal y España.

Muchos están persiguiendo trabajos en los centros financieros europeos en expansión, pero otros están emigrando y siguiendo una amplia gama de carreras y opciones de estilo de vida al establecerse en ciudades y zonas rurales de todo el continente. Para ponerlo en perspectiva, el número de británicos que se trasladan a Europa se multiplicó casi por ocho entre 2015 y 2017, y sigue aumentando rápidamente. El número de ciudadanos británicos que abandonan su país también se ha duplicado en los últimos diez años.

Europa sigue siendo el lugar favorito de los refugiados del Reino Unido

Los Estados Unidos, Canadá y Australia son algunos de los receptores, pero Europa sigue siendo el mayor atractivo, también porque es muy fácil volver y visitar a los amigos y familiares en el Reino Unido desde aquí. Estudios recientes también muestran que hay un cambio de actitud entre los que se van ahora, alejándose de la clásica identidad británica de expatriados hacia un sentimiento de ser europeo. Así que parece que los que se van al continente ahora están muy en contacto con su identidad europea y están votando según donde se encuentran.

No les gusta la idea de Brexit y no disfrutan del ambiente que reina en el Reino Unido en este momento, y la mitad de los que se van han dicho que valoran la nacionalidad de la UE por encima de la ciudadanía británica, aunque esto signifique perder sus pasaportes británicos.

Es un signo revelador de los tiempos, y uno que también ha visto un resurgimiento lento de compradores británicos deseosos de adquirir una segunda vivienda en zonas como Marbella, que puede servir como base residencial europea, así como un destino de vacaciones.

Por Alex Salazar | Noticias Inmobiliarias | 27 mayo 2020

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