Ley del Impuesto Hipotecario: Un coste menos en la compra de propiedad en España

Comprar una propiedad en España implica bastantes costes, algunos de los cuales pueden parecer bastante imprevistos. En promedio, se debe esperar pagar hasta el 15 por ciento del precio de compra de una propiedad en costes, pero la buena noticia es que esta cifra ha bajado un poco, gracias a una nueva norma fiscal que entró en vigor el jueves 8 de noviembre de 2018.

El temido impuesto hipotecario (AJD – Actos Jurídicos Documentados) que constituye entre el 1 y el 1,5 por ciento del valor de la hipoteca, dependiendo de la comunidad de España en la que se compre. Pero a partir de ahora, el gobierno español decidió que los bancos y otras instituciones de crédito – no los clientes – serán responsables de pagar el impuesto.

¿Por qué? Porque los jueces han determinado que las instituciones de crédito son las únicas que tienen un interés personal en que los préstamos sean documentados por un notario porque les permite iniciar un procedimiento de ejecución si no se cumplen los pagos de la hipoteca.

La tasa se aplica a la garantía de la hipoteca (el préstamo más los posibles gastos de ejecución) y podría ascender a 1.500 euros en un préstamo de 180.000 euros en Madrid. Carlos Cruzados, presidente de la Unión de Técnicos del Ministerio de Presupuestos, Gestha, confirma: «Todavía tenemos que estudiar a fondo la sentencia, pero después de una primera mirada parece que, dado que el plazo legal de cuatro años no ha expirado, los prestatarios tendrán derecho a reclamar su dinero directamente a la Agencia Tributaria, que a su vez lo reclamará a los bancos implicados».

«La decisión implica un severo revés para el sistema financiero español y una alegría para todos los que pagan hipotecas, que podrían recuperar una cantidad significativa» de dinero, dice Fernando Encinar, jefe de investigación del sitio web inmobiliario Idealista. Las acciones de Bankia, CaixaBank, Bankinter, BBVA y Sabadell cayeron en la bolsa española tras el cambio.

El cambio ahora deja a los prestatarios libres para solicitar al Parlamento Europeo en Estrasburgo que retrocedan y reclamen el dinero pagado.

En definitiva, podemos esperar que a corto plazo, los bancos y otras instituciones de crédito probablemente aumenten sus comisiones de contratación de hipotecas para compensar este nuevo coste.

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